La delantera es bastante llamativa, con un bajo que encaja perfectamente con la línea original del Clio. No le habría quedado mal la entrada central un poco más grande o ancha, que los antiniebla se quedan un poco separados. Otra cosa que destaca en el frontal son las pestañas, que comienzan a la altura de la luna y recorren todo el capó hasta llegar a los faros, donde terminan en forma de flecha modificando por completo la mirada original del Clio.
El kit de Koenigseder incluye además los habituales faldones laterales y un nuevo bajo trasero, zona que se complementa con un alerón de importantes dimensiones con luz de freno incluida. Si con todo esto el Clio aun no era suficientemente deportivo, el conjunto se remata con las llantas Kahn RSV de 18 pulgadas y una rebaja en la altura gracias a un nuevo sistema de suspensión.
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